«Contouring», aprende el maquillaje de las celebrities
El contouring está de moda. No hay más que asomar la cabeza por Instagram, Facebook o Youtube para comprobar que la técnica de las sombras y las luces sobre el rostro marca tendencia allá por donde pasa. ¿Que aún no sabes de qué se trata esto de “contornear” el rostro? No te preocupes, hoy te enseñamos cómo hacerlo y cuál es el tipo de contouring más adecuado para ti.
El famoso contouring ha sido puesto de moda por celebrities como Kim Kardashian quien, lejos de ocultarlo, se siente orgullosa y lo muestra en todas sus redes sociales.
Esta técnica de maquillaje consiste en añadir sombras en los lugares de nuestro rostro que queramos que queden más marcados o hundidos, y luz donde nos daría naturalmente la luz del Sol. De esta manera, creamos la ilusión de que nuestra cara tiene unas facciones mucho más marcadas y podemos corregir aquellos rasgos que no consideremos favorecedores.
¿Cómo contorneo mi rostro?
El primer paso para poner en práctica esta técnica es saber qué forma tiene tu rostro, para así poder modificarla o marcar tus facciones naturales. Una vez tengas claro cuál es la forma de tu cara, es el momento de comenzar a “hacerla perfecta” o lo que es lo mismo, hacerla lo más ovalada posible, ya que esta es la forma que más se asemeja a la “perfección” según los maquilladores profesionales.
Para comenzar a darle forma a tu cara, escoge el tipo de producto que vas a utilizar. Como vamos a empezar por las sombras, hay que elegir un producto que nos ayude a crear ese efecto, ya sean unos polvos especiales de contorno o unos polvos bronceadores, siempre huyendo de los tonos anaranjados (no favorecen nada) y de los brillos. También puedes optar por productos en crema, fluidos… la variedad es muy amplia.
Aplicación
Aplica el tono oscuro debajo de tus pómulos, sin acercarte demasiado a la boca y difuminando hacia la oreja, en la sien y en el contorno de la mandíbula. Para ayudarte, puedes apoyarte en la “regla del 3”, que consiste en trazar un tres comenzando en tu sien, haciendo un primer arco hasta el hueco bajo tu pómulo y un segundo arco hasta tu mandíbula. Recomendamos utilizar una brocha biselada, ya que son las que mejor se adaptan a los huecos donde queremos trazar las líneas del contorno. También puedes hacer contouring en tu nariz para hacerla más fina marcando dos líneas a ambos lados del puente de la misma y, si la tienes demasiado alargada, siempre puedes añadir un poco de producto en la punta para achatarla.
A iluminar
Ahora pasamos a añadir luz a aquellas zonas de nuestro rostro que queremos resaltar, y eso lo conseguiremos utilizando iluminador. Escoge el tuyo dependiendo de la ocasión, ya que hay desde algunos sutiles o incluso mate (que recomendamos para el arco de la ceja) y algunos que son glitter puro. Te dejamos elegir.
Aplicación
El highlighter lo aplicaremos en el centro del puente de la nariz, subiendo hasta la frente, en el lugar donde se unen nuestras cejas, y abriéndolo un poco dibujando una especie de abanico. Ponlo también en la parte alta de tus pómulos, en el arco de cupido, en la barbilla y en el arco de las cejas.
Por último, no podemos olvidarnos de dar un aspecto aún más saludable a la piel, lo cual conseguiremos añadiendo rubor a nuestras mejillas con un colorete. Éste lo aplicaremos directamente sobre las manzanas de nuestras mejillas, sonriendo para lograr un efecto más natural. En cuanto al color, elige el que mejor vaya con tu tono de piel ya que, sobre esto, no hay nada escrito.
Ahora llega el momento de difuminar todas las líneas que hemos creado sobre nuestro rostro, comenzando por el iluminador y después el tono oscuro. Este es el paso más importante, pero no por ello más complejo, simplemente tómatelo con paciencia, ya que si fundes correctamente los trazos sobre tu piel, conseguirás ese efecto Kardashian que todas ansiamos.
¡Y ya está! ¿Ha sido tan difícil como te imaginabas? Cuéntanos en los comentarios qué tal te ha ido y no dudes en preguntarnos cualquier duda sobre esta técnica que todas queremos dominar. Nos vemos en el próximo post, ¡muack!
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