Los nuevos hábitos a la hora de viajar

Con la llegada del verano planeamos ese viaje o escapada para desconectar de la rutina laboral y disfrutar de un merecido descanso. Lo dejamos todo preparado y miramos la oferta de ocio que mejor se ajusta a nuestro bolsillo. Pero algo ha cambiado a la hora de plantear los viajes.

Con el boom de las aplicaciones de Internet para el móvil, los usuarios han ido modificando paulatinamente su conducta y a día de hoy resulta más asequible realizar ese viaje de placer que en años anteriores suponía un gran desembolso económico.

Gran parte del presupuesto que destinábamos a nuestra escapada de placer lo ocupaba el desplazamiento hasta el destino deseado. Si se trata de un viaje en carretera destinábamos una gran cantidad de dinero en llenar el depósito de nuestro vehículo para llegar a ese lugar deseado. En la actualidad, aplicaciones como BlaBlaCar ofrecen la oportunidad de compartir ese viaje con otros usuarios con el fin de repartir gastos y que resulte el desplazamiento más económico, invadiendo el mercado de los medios de transporte convencionales.

En cuanto al hospedaje, en los últimos 5 años los hoteles han visto como su ocupación ha ido resintiéndose progresivamente por el auge de las aplicaciones de alquiler de apartamentos turísticos (caso de Airbnb) que compiten con unos precios mucho más bajos y con una mayor flexibilidad a la hora de elegir los días en los que disfrutaremos del relax que nos merecemos.

Como era de esperar, este cambio tan brusco en las tendencias a la hora de viajar ha tenido al sector del turismo dividido en cuanto a la idoneidad de este tipo de aplicaciones. Muchos exponen en su argumentario la falta de seguridad que el usuario sufre con estos nuevos hábitos frente a la opinión del usuario medio, que denuncia los altos precios a los son sometidos por las grandes cadenas hoteleras y de transporte.

El debate está en la calle y cada vez son más los usuarios que utilizan estas aplicaciones, obligando a los sectores que más han sufrido esta recesión a reinventarse en su forma de enfocar el negocio sin entrar en una guerra de precios a la baja que no afecte a la calidad de sus servicios.

¿Qué opináis sobre estos nuevos hábitos a la hora de viajar? ¿Creéis que estas nuevas aplicaciones son una alternativa de calidad a la oferta turística tradicional?